Haciendo fácil la internacionalización: México

Cuándo, dónde y cómo comenzar con la internacionalización es uno de las decisiones más complejas que una organización puede hacer, pero es también una de las más beneficiosas, si se dan los pasos adecuados y contando con la información correcta.

En nuestra serie analizamos las complejidades que hay que considerar cuando expandimos nuestra actividad en el exterior, especialmente en lo relativo a la diferente legislación, regulaciones y regímenes fiscales, laborales y contables.

En nuestra nueva entrega, revisamos algunas de las complejidades que hay que tener en cuenta al comenzar a operar en México.

Contexto

México es la segunda economía por tamaño de América Latina y una de las más destacadas y estables de la región. Con un mercado potencial que destaca por su tamaño y alcance, una notable población (aproximadamente 130 millones de habitantes), y una clase media emergente y pujante que demanda productos de mayor valor. Si a este cóctel le añadimos los recursos naturales con los que cuenta el país, su capital humano o su clasificación como séptimo destino turístico a nivel mundial, nos encontramos con un país que destaca por una palabra: potencial.

México cuenta con un entorno empresarial favorable, motivado por un marco legal que protege las inversiones extranjeras a través de los APPRI (Acuerdo Para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones) diseñados para la promoción y protección legal de los flujos de capital destinados a sectores productivos específicos. México también cuenta con una de las mayores redes de acuerdos de libre comercio, costes laborales contenidos, una ubicación estratégica a nivel geográfico y una moneda que destaca por su estabilidad frente a fluctuaciones y cambios de valor.

Por otro lado, México presenta una cierta dependencia respecto a sus acuerdos comerciales con su vecino del norte, los Estados Unidos, lo que lo hace más vulnerable a cualquier. La industria de transporte también presenta complejidades, especialmente teniendo en cuenta el tamaño del país.

Oportunidades

México es el país que más inversión extranjera directa atrae de Centroamérica y América del sur. Como miembro de la OCDE, el G20 o la Alianza del Pacífico, el país destaca por sus lazos diplomáticos y relaciones internacionales. Además, su ubicación estratégica la convierte en un HUB que conecta Estados Unidos y los mercados de Latam.

Respecto a lo ya mencionado en cuanto a sus infraestructuras, el gobierno ha manifestado su deseo de modernizarlas, incluido transporte y hospitales. El sector bancario está creciendo rápidamente y el sector turístico sigue siendo uno de sus puntos fuerte.

La energía renovable es un sector también a tener en cuenta, pero las recientes propuestas de reforma de la industria energética pueden obstaculizar seriamente las oportunidades en México.

Inversión Extranjera Directa

En los últimos 30 años, México ha puesto en marcha iniciativas con el objetivo de aumentar los flujos de comercio internacional y atraer más flujos de capital, aunque no existen incentivos fiscales específicos para la inversión extranjera.

El programa IMMEX, sin embargo, permite a los fabricantes extranjeros importar materias primas y componentes libres de impuestos y aranceles, siempre que el 100% de los productos acabados se exporten fuera de México en un plazo establecido por el gobierno. Los recursos naturales de México y los bajos costes de la mano de obra permiten el desarrollo industrial a precios muy competitivos.

Estados Unidos es la mayor fuente de inversión extranjera en México, seguida de España, Canadá y Alemania. Los principales sectores de inversión extranjera son la fabricación industrial, la energía, el agua y el gas, el comercio, los servicios financieros y la minería; la industria petrolera y del gas de México está en proceso de privatización.

Contabilidad e impuestos

A nivel general, todos los impuestos a nivel federal, estatales y locales (incluido el impuesto municipal sobre bienes inmuebles) que gravan a una empresa son gastos deducibles (excepto los que deben retenerse a otras partes y el CIT).

Los contribuyentes residentes están sujetos al impuesto sobre la renta, los residentes extranjeros tributan por los ingresos atribuidos a sus establecimientos permanentes en México. (Las empresas se consideran residentes si su centro principal de administración o el lugar efectivo de gestión se encuentra en México).

El impuesto de sociedades es del 30% y el IVA del 16%.

Los no residentes que vendan acciones de una empresa mexicana están sujetos a un impuesto del 25% sobre el total bruto, o del 35% sobre el neto si el no residente tiene un representante en México.

El impuesto sobre la transmisión de bienes inmuebles oscila entre el 2% y el 5%, basándose en el mayor de los valores de la transacción, el valor de mercado o el valor registrado en el municipio (aunque se aplican algunas excepciones). Los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria son recaudados por los estados a diferentes tipos.

Las empresas están obligadas a elaborar sus estados financieros en español, y la estructura de información es la de las Normas Mexicanas de Información Financiera (NIF), que se basan en las NIIF. (Las NIIF siguen siendo una norma aceptable para las PYME).

México dispone actualmente de, aproximadamente, 70 tratados de doble imposición.

Gestión de nómina y cuestiones laborales

México tiene unos costes laborales bajos, en comparación con la cualificación de su capital humano: el salario mínimo para 2021 es de 141,72 pesos diarios (unos 7,20 dólares al día). Las horas extras se fijan al doble y no pueden superar las 9 horas semanales.

Las contribuciones que el empleador debe realizar comprenden la Seguridad Social, el fondo de la vivienda y el fondo de jubilación, y el total oscila entre el 16,9% y el 31,4% del salario, deducido de los sueldos de los empleados. Cada empleado aporta también el 2,7% de su salario a la Seguridad Social.

Los sindicatos mexicanos están organizados por sectores y son relativamente poderosos. El mayor, la CTM, cuenta con 4,5 millones de trabajadores afiliados.

Sistema bancario

Además de documentos de constitución, la empresa debe contra con un número de registro comercial obtenido en el Registro Público de Comercio. En su defecto, un notario puede emitir un documento que indique que la empresa está en proceso de registro, aunque deberá completarse lo antes posible, o el banco podría llegar a cerrar la cuenta. La aprobación de la cuenta puede demorarse hasta 7 días y, una vez obtenido el visto bueno, la apertura formal se efectuará en el plazo de unos 10 días.

Algunas empresas optan por abrir una cuenta en pesos y otra en dólares para facilitar las operaciones con clientes y proveedores en el extranjero. La cuenta en dólares puede abrirse una semana después de activar la cuenta en pesos.

La cantidad mínima requerida para abrir una cuenta bancaria varía según cada banco, y va desde los 10.000 MX$ hasta 20.000 MX$. También hay un saldo mínimo mensual promedio para mantener la cuenta activa.

Ranking Doing Business y establecimiento en el país

Con una posición de 60 sobre el total de 190 en el ranking Doing Business, crear una empresa en México se puede hacer efectivo en tan solo 9 días, dato muy por encima de la media en la región, que es de 31 días.

Hay varias estructuras corporativas disponibles en México, incluyendo Sociedades Anónimas en Nombre Colectivo y Sociedades Cooperativas, pero los tipos de entidad más comunes son:

Tipología	Número de socios	Capital	Responsabilidad
Sociedad de Responsabilidad Limitada	Min: 2 Max 50	Mínimo de MXN 3,000. Cada socio debe aportar, como mínimo, el 50 % en el momento de la creación de la Sociedad	Limitada a la cantidad aportada.
Sociedad en Nombre Colectivo	Min: 2 Uno de los socios debe ser designado como gerente	Sin mínimo de capital	Ilimitada y compartida
Sociedad Anonima de Capital Variable (S.A. de C.V.):	Min: 2 (incluído un administrador)	No maximum capital	Limitada a la cantidad aportada
Sociedad Anonima (S.A.)	Min: 2 (incluído un administrador)	Mínimo: 50,000 MXN. Sin máximo de capital.	Limitada a la cantidad aportada.

Aunque la cultura corporativo en México no es excesivamente compleja o diferente respecto a otros países vecinos, sí que es cierto que su cercanía con los EE.UU y los vínculos con éste han supuesto un factor que ha configurado su cultura empresarial, cuyas principales características son la importancia de las relaciones personales, la lealtad, la fuerte jerarquía y la conciencia de estatus.

Las relaciones personales son esenciales en México, y la impresión que causes y el nivel de relación que mantengas con tus homólogos locales pueden prevalecer sobre la propuesta de negocio o comercial.

Además, la cantidad de tiempo que se necesita para tomar decisiones importantes es flexible, y presionar para tomar una decisión rápida significa que se corre el riesgo de dañar la relación personal.

En resumen

México es tierra de oportunidades, pero también se singularidades y retos, marcado de manera especial por factores como la idiosincrasia local, la cultura empresarial y la forma de hacer negocios.

Sin embargo, México también está sufriendo por las reformas propuestas en el sector de la energía y la falta de reformas en su normativa fiscal. La ineficiencia administrativa también ha sido un problema, por lo que el conocimiento local es esencial para completar con éxito la aventura de internacionalizarse en este país.

Experiencia internacional – Conocimiento local

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