En septiembre de 2015, la Organización de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, estableciendo 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (conocidos popularmente como los ODS por sus siglas), mediante los que insta a los países y sus sociedades a emprender un nuevo camino para equilibrar la sostenibilidad medio ambiental, económica y social en el mundo. En los momentos actuales en los que vivimos cambios dramáticos que crearán una nueva realidad de la economía global, el sector empresarial ha demostrado ser uno de los principales contribuyentes para garantizar la estabilidad a través de acciones de responsabilidad social que afiancen el cumplimiento de estos ODS.
Hoy en día, los inversores están interesado en conocer de manera amplia e integral como las organizaciones conducen su gestión, considerando no sólo el rendimiento financiero de sus operaciones, sino también aspectos sociales, medioambientales y de gobierno corporativo, a fin de integrar información de dichas prácticas en su proceso de análisis de inversiones. Factores intangibles como la confianza, reputación y viabilidad del modelo de negocio en el largo plazo, que no necesariamente son recogidos en los registros financieros contables, se han convertido en los conductores materiales del valor de una organización.
De acuerdo con la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores en España), el modelo de actuación empresarial alineado con el desarrollo sostenible se conoce como el Triple Balance (Triple Bottom Line), haciendo referencia a las tres dimensiones de actuación que debe tener una empresa de carácter sostenible: dimensión ambiental, dimensión social y dimensión económica, las tres integradas en un único proyecto o modelo de negocio.
Por lo anterior, toma relevancia el denominado Reporte Integrado, Informe Integrado o Estado de Información No Financiera (EINF). Según la definición del International Integrated Reporting Council (IIRC), este elemento es “una comunicación concisa sobre cómo la estrategia, el gobierno corporativo, el rendimiento financiero y las perspectivas de una Organización conducen a la creación de valor a corto, medio y largo plazo”.
La elaboración de un reporte integrado implica un enfoque de comunicación más conectado, ya que hace referencia a de qué manera los otros recursos que utiliza un negocio (naturales, sociales, humanos y relacionales) interactúan, impactan y se entrelazan con la información financiera. En su preparación, generalmente, se evalúan y documentan las acciones realizadas en los denominados siete principios capitales de una Organización: humano, financiero, intelectual, industrial, natural, social y relacional.
La Unión Europea ha emitido una normativa relevante sobre la emisión del reporte integrado, la Directiva 2014/95 UE del Parlamento Europeo y del Consejo con fecha 22 de octubre de 2014, en donde se hace referencia a la divulgación de información no financiera e información sobre diversidad por parte de determinadas grandes empresas y grupos económicos. Esta Directiva fue completada junto a otras Directrices sobre la presentación de informes no financieros de la Comisión de la UE.
Actualmente, la práctica común establece que las organizaciones comuniquen de forma separada la información financiera de las acciones en asuntos no financieros relacionados con responsabilidad social corporativa. Por tanto, el Rol del CFO toma relevancia, ya que debe asegurar la preparación de información sobre el rendimiento integral de una entidad para que sea medida desde varias perspectivas por los grupos de interés. La implementación de un informe integrado, adaptado a los nuevos tiempos, es prácticamente una cuestión de supervivencia para muchos negocios.
Esta manera de reportar permite a todos los grupos de opinión interesados en la información generada por las organizaciones disponer de una amplia visión sobre los modelos de negocio, las estrategias corporativas, las perspectivas económicas financieras, las oportunidades y los riesgos inherentes. En definitiva, la visibilidad del impacto generado en la sociedad en su conjunto.
A continuación, algunos beneficios de la puesta en marcha este elemento:
Acceso a capital
Al demostrar transparencia y una gestión integral, se mejora la capacidad de la organización para atraer capital con inversores que presenten mejores condiciones de financiación en el largo plazo. El nivel de detalle en la revelación de información en los reportes integrados acerca de las dimensiones, sociales, ambientales, fiscales, económicas y otras, contribuye al éxito en el largo plazo de las operaciones y, por tanto, al incremento del valor de la organización. Esto permite el acceso al uso de distintos productos de financiación que fomenten el desarrollo sostenible, como son:
- Fondos de pensión y de inversión: instrumentos de inversión y ahorro compuestos por el patrimonio de un grupo de inversores y cuya gestión recae sobre una entidad gestora.
- Bonos verdes y sociales: emisiones de deuda pública o privada centrada en la financiación de proyectos destinados a un impacto ambiental o social positivo.
- Capital de riesgo social: inversiones con criterios de sostenibilidad hacia empresas no cotizadas.
- Microcréditos: pequeños créditos para el emprendimiento o desarrollo de negocios con dificultad para acceder a financiación, cuyo objetivo es fomentar el autoempleo a nivel social.
Rentabilidad y crecimiento
Proporciona una visión completa de la organización, al añadir valor a su estrategia y modelo de negocio. Al contener información de diversos sectores financieros y no financieros, todos los interesados en la información corporativa pueden tener un contexto más claro y preciso que les permita comprender cómo la empresa crea, sustenta y aporta valor en el corto y largo plazo. El informe permite una comprensión profunda de las necesidades de los grupos de interés, lo que impulsa la innovación y diferenciación con la competencia, generando ahorro de costos, nuevos ingresos, mitigación de riesgos, entre otros.
Reputación corporativa y de marca
Transparenta los compromisos corporativos en la gestión de impactos ambientales, sociales y económicos. Informa de la adhesión de la organización a normas de ética y marcos regulatorios sobre aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, a los ODS y otros relevantes para los grupos de interés.
Reducción de riesgos reputacionales, operacionales, de cadena de suministro y regulatorios, mejora y posicionamiento de marca, mayor compromiso de los empleados, en cuanto a atracción y retención, mejora el acceso a los mercados y a licencias de operación. Definitivamente, la calidad del reporte integrado afecta de forma positiva la percepción y la confianza de los inversores.
Gestión de riesgos y cumplimiento
Establece mediciones de los aspectos de políticas y prácticas ambientales, sociales y de gobierno corporativo, relevantes para la organización. La metodología detrás de su generación permite identificar riesgos asociados a la operación de la Organización y a su cadena de valor, así como generar eficiencias en costos, identificar oportunidades de negocios, consolidar ventajas competitivas e ingresar a mercados internacionales. Estos reportes se configuran como un insumo importante de la planeación estratégica de las organizaciones.
Definitivamente, la preparación de reportes integrados es de suma importancia para las organizaciones, que deben definir una hoja de ruta para documentarlos con información de calidad que reflejen plenamente su propuesta de valor.
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