Las subidas de los tipos de interés (el tipo de interés de referencia, o Tasa Selic, alcanzó el 14,25% en julio), la crisis política relacionada con la operación “lava-jato” y la petrolera Petrobras o las últimas previsiones de crecimiento del PIB (cerca del -2% para 2015) han hecho que Moody’s rebajara la nota de crédito hasta el nivel BAA3 este mes de agosto, lo que supone que Brasil estaría en el último peldaño del grado de inversión.

Según indicó Moody’s, “el desempeño económico más débil de lo esperado, la tendencia ascendente de los gastos del gobierno y la falta de consenso político sobre las reformas fiscales impedirán que las autoridades logren un superávit primario lo suficientemente alto como para contener y revertir la tendencia de aumento de deuda este año y el próximo”.

A pesar de esta rebaja, la mejoría en la perspectiva para el rating de deuda brasileña ha suavizado las reacciones de los inversores.

Según economistas locales, la situación ha sido menos mala de lo esperado, al no perder el grado de inversión. Las perspectivas ahora son estables, lo que da tiempo a mejorar el performance económico del país y mantener la credibilidad inversora.