El año 2020 y los primeros meses de 2021 no pueden ser indicativos de tendencias a largo plazo, debido a la excepcional situación que se ha vivido a nivel mundial y global debido al Coronavirus. Mientras que antes de esta situación podíamos afirmar que LatAm estaba de moda (por ejemplo, en 2018 la IED en América Latina creció 13,2% hasta registrar 184.287 millones de dólares, aunque esta cifra que se ajustó en 2019 hasta los 160.721 millones de dólares), la inversión en el continente en los últimos meses se ha reducido, pero no paralizado. Además, la IED de empresas multilatinas en el exterior venía de unos años de crecimiento y durante 2020, exceptuando Brasil, cayeron, pero por debajo de la media mundial, como demuestra el estudio “Global Latam 2020” realizado por la Secretaría General Iberoamericana y el Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX Invest in Spain).

El desarrollo de conexiones entre países, el clima cada vez más interconectado y globalizado o la presencia mayoritaria de empresas multilatinas operando fuera del continente (y con presencia en indicadores bursátiles y empresariales) hace que los criterios ESG estén más y más presentes en la gestión diaria de las organizaciones, tanto por parte de las empresas extranjeras que operan en la región como de las empresas multilatinas que salen de las fronteras tradicionales de LatAm.

El sector de las energías renovables está siendo una de las puntas de lanza respecto a la inversión sostenible en América Latina. Y es que el continente americano cuenta con unas particularidades que la dotan de argumentos para convertirse en un actor destacado en el campo de las energías renovables. Según el estudio ‘Powering Change: Energy In Transition’ el 83 % de los ejecutivos de América Latina entrevistados afirmaron que habían cambiado su estrategia de inversión para la transición de energía en los últimos 12 meses, y que esperan seguir haciéndolo. Además, desde 2017 el financiamiento sostenible está ganando cada vez más importancia en los países latinoamericanos, con instrumentos como los bonos y préstamos vinculados a la sostentabilidad (SLB y SLL, por sus siglas en inglés).

A nivel de prácticas concretas, durante los últimos meses están apareciendo iniciativas promovidas por organizaciones privadas. Por ejemplo, Bancolombia presentó en febrero de 2020 su fondo de inversión colectiva sostenible, mediante el que buscan invertir “únicamente en compañías que contribuyen a la sociedad y al ambiente, generan valor económico, tienen buenas prácticas de gobierno corporativo y desarrollan iniciativas que contribuyen al uso responsable de recursos naturales, a la inclusión, la educación, la retención del talento y la equidad de género”. No se limita solamente al sector financiero, pues recientemente Latam Airlines, por citar un ejemplo, presentó su estrategia de sostenibilidad de cara al año 2050, que incluye inversiones por valor de 6 millones de dólares en los primeros seis años.

Y es que como detallan en el ya mencionado informe “Global Latam 2020”, las empresas latinoamericanas, especialmente las multilatinas, otorgan cada vez una mayor importancia a los criterios ESG (o ASG por sus siglas en español): tanto a nivel de gestión y estrategia, como en lo relativo a reporting (según datos del documento obtenidos del  Global Reporting Iniciative GRI, 864 empresas de América Latina habían publicado informes de sostenibilidad durante 2017, dato por encima de la media mundial), gozan de cada vez mayor presencia en los rankings de sostenibilidad como el Corporate Knights Top 100 y están apostando por la inversión en innovación como palanca de cambio y driver de implementación de los ESG.

En los últimos años también están surgiendo diferentes índices o iniciativas que buscan medir y garantizar el desarrollo sostenible y el desarrollo y presencia de los criterios ESG en América Latina. Así, podríamos citar ejemplos como el “IndexAmericas”, el índice creado por el Banco Interamericano de Desarrollo que busca reconocer a las 100 empresas más sostenibles operando en América Latina y el Caribe que cotizan en bolsa; el Índice de Finanzas Sostenibles, elaborado por el “Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe”, o el “Estudio de Inversión Responsable en Latinoamérica”, publicado por la iniciativa PRI de las Naciones Unidas.

A nivel de divulgación, la tendencia mayoritaria a nivel internacional es el alineamiento con la creencia de que informar sobre la presencia de criterios ESG repercute en un mayor beneficio, tanto a nivel de retorno económico que reciben las empresas como el claro impacto en el planeta y sociedad. A nivel legislativo no existe, como es lógico, un criterio único respecto a la obligatoriedad de las empresas o fondos sobre presentar informes respecto a la aplicación de criterios ESG.

Así, por ejemplo, en Argentina no es obligatorio, aunque el BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos), monitorea mediante el Índice de Sostenibilidad el desempeño de las empresas listadas en este índice. En México, la divulgación ESG no es obligatoria, aunque la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), cuentan con proyectos divulgativos respecto a estos criterios.

Que exista un debate cada vez mayor respecto a los criterios ESG y su implementación en América Latina responde, además, a la propia realidad del continente. Algunos de los sectores que más y mejor se pueden aprovechar de esta novedad, como son el sector primario (especialmente agricultura), energías renovables, infraestructuras, educación, start-ups o Fintech, son a su vez algunos de los que presentan más oportunidades de crecimiento en las Américas. Si a esto le sumamos la presencia cada vez mayor de las clases medias urbanas y una sociedad con una edad media joven, encontramos el caldo de cultivo idóneo para que estos requisitos estén cada vez más presentes y demandados por los diferentes actores de la sociedad.

En cualquier caso, la tendencia es clara: los criterios ESG han llegado a América Latina para quedarse.

Hablamos con Margarita Oliva, Regional Head of Banking and Finance – América Latina DLA Piper

En nuestro último webinar «Renewable energy opportunities in LATAM & Europe», tuvimos la oportunidad de contar con Margarita Oliva, Regional Head of Banking and Finance – Latin America de DLA Piper. Con este motivo, charlamos con ella sobre el impacto de los criterios ESG en Latam, particularmente en la industria bancaria.

Auxadi: ¿Qué ámbito de los criterios ESG (Environmental, Social, or Governance)  tiene más relevancia actualmente para las empresas multilatinas?

Margarita Oliva: El medio ambiente ha sido un área de gran interés para muchos países y en muchos proyectos, no sólo en el sector de las renovables sino en cualquier proyecto de infraestructura u otro sector energético. Mientras que algunas regiones han sido más restrictivas que otras en el sentido de poner más énfasis en las regulaciones ambientales, pero yo diría que en general, ahora es un ámbito que preocupa a todos. Todos los gobiernos son conscientes de que los ESG son importantes.

R: ¿Y el aspecto social?

MO: El aspecto social de ESG también ha sido cada vez creciendo más en términos de importancia. Ha habido ejemplos muy concretos y conocidos de sociedadesque se han opuesto a varios proyectos renovables, por ejemplo en México, lo cual ha tenido un gran impacto en el sector. Hubo patrocinadores que tuvieron que seguir adelante y renunciar a sus proyectos. Así que veo que las comunidades y la parte social de los ESG son cada vez más importantes, y por supuesto, también el gobierno corporativo. Como todos sabemos, en los últimos años antes de la pandemia, algunos países de LATAM, como Brasil, han vivido una completa reestructuración de los principios de gobernanza para muchísimas empresas.

R: En tu opinión, como experta en banca y finanzas, ¿cuál crees que es el impacto de los criterios ESG en el acceso a inversión o financiación?

MO: Los ESG son muy, muy importantes hoy en día en cualquier cosa que se haga en LATAM, particularmente si se quiere acceder a financiación. Los bancos multilaterales han sido muy prominentes en el entorno ESG, pero ahora todo el mundo es igual, desde los bancos comerciales hasta los multilaterales, pasando por los ECA. Todos están interesados en asegurarse de que el dinero que prestan a un proyecto se cuida desde el punto de vista de cómo se va a invertir y cómo se protegerá el medio ambiente y el aspecto social y de governance. Creo que los ESG se han vuelto cada vez más importantes a lo largo de los años. Están aquí para para quedarse y cada vez más vemos que los bancos son muy estrictos al respecto.

«Creo que los ESG se han vuelto cada vez más importantes a lo largo de los años. Están aquí para para quedarse y cada vez más vemos que los bancos son muy estrictos al respecto.”

Margarita Oliva
Regional Head of Banking and Finance – América Latina DLA Piper

Experiencia internacional – Conocimiento local

Fundada en 1979, Auxadi es una Firma de servicios profesionales de origen familiar que hace más fácil la vida de sus clientes, entre los que se encuentran multinacionales, fondos de Private Equity y de Real Estate. Somos líderes en gestión de servicios internacionales de contabilidad, tax compliance, gestión de nómina y creación y administración de SPVs. Conectamos Europa y América con el resto del mundo a través de nuestra sede en Madrid, oficinas en EE.UU. y nuestras 22 filiales internacionales, prestando servicio en más de 50 jurisdicciones.

¿Necesitas más información?

Raimundo Diaz
Senior VP International Corporations

Toda la información está actualizada en el año 2021. Este contenido ha sido preparado como guía general sobre asuntos de interés únicamente, y no constituye asesoramiento profesional. En ningún caso se debe actuar en base a la información contenida en este documento sin obtener asesoramiento profesional específico. Ninguna representación o garantía (expresa o implícita) se da en cuanto a la exactitud o integridad de la información contenida en estas páginas, y, en la medida permitida por la ley, AUXADI no acepta o asume ninguna responsabilidad o deber de cuidado derivado de cualquier consecuencia que usted o cualquier otra persona que actúe, o se abstenga de actuar, en confianza en la información contenida aquí o por cualquier decisión basada en ella.