A falta tan solo de la sanción por parte del presidente Michel Temer, los cambios en la ley obligarán a las compañías a recaudar los impuestos en la municipalidad donde el servicio es provisto y no en el origen.

La reforma del Impuesto sobre los servicios (ISS), aprobada por el Senado brasileño la pasada semana, aumentará las dificultades de las empresas para pagar el impuesto, ya que deberá realizarse en el mismo lugar donde se ofrece el servicio y no en el territorio donde la compañía está fiscalmente domiciliada.