La situación promovida por la COVID-19, además de conllevar una caída en la recaudación de impuestos a nivel global, ha tenido su impacto en las reflexiones que los gobiernos están poniendo en marcha sobre el futuro de sus industrias productivas. Ese es el caso de Brasil, donde actualmente se encuentran en marcha varios proyectos de ley a debate en el Congresso Nacional, que añaden incertidumbre y ejercen presión sobre el ciertamente complejo sistema fiscal brasileño. Aunque hay propuestas relativas a la simplificación fiscal (Reforma Tributaria) y a la reducción de la carga tributaria, destaca también la creación de un impuesto adicional sobre los servicios digitales, conocido como CIDE-Internet.
A pesar de que Brasil destaca por lo que podríamos considerar ya como una presión fiscal elevada (que alcanzó el 31,64% del Producto Interno Bruto en 2020), hasta el momento no existe un impuesto específico relacionado con los servicios digitales. Como este es uno de los sectores más boyantes y que ha registrado tasas de crecimiento y rentabilidad elevadas, existen conversaciones en el país para crear un impuesto complementario que se aplique específicamente al sector tecnológico. Aunque cabe destacar que, a pesar de que no exista de momento un impuesto específico, las empresas de este sector ya están gravadas como todos los demás sectores de la economía brasileña.
Contenido de la reforma
El diputado Filipe Barros creó recientemente el proyecto de ley 640/2021, que pretende instituir la CIDE (contribución ya existente cuyas siglas significan Contribución para la Inversión en el Desarrollo Económico) sobre los ingresos brutos de los servicios digitales de puesta a disposición, distribución, difusión o suministro de contenidos a través de Internet. Aunque utiliza el nombre de una contribución ya existente, esta propuesta denominada «CIDE-Internet» se refiere a una nueva imposición en el escenario fiscal brasileño. El alcance sería bastante amplio, teniendo en cuenta que abarca «texto, imagen, vídeo y sonido» con fines educativos, promocionales, informativos, artísticos, culturales o de entretenimiento.
La CIDE-Internet se aplicaría sobre los ingresos brutos de la venta de contenidos en Internet a los usuarios brasileños, incluso si esos ingresos se obtuvieran en el extranjero, utilizando el tipo del 3 %. El pago sería exigible hasta el último día hábil de abril del siguiente año natural y los recursos obtenidos se destinarían necesariamente a la educación pública (para promover el acceso gratuito a Internet de estudiantes y profesores) y también a reforzar la infraestructura de Ciberseguridad del Ministerio de Defensa. Dado que el CIDE-Internet es similar al CIDE-Digital (Proyecto de Ley nº 2.358/2020), el Proyecto de Ley nº 640/2021 se adjuntó al Proyecto de Ley nº 2.358/2020, lo que significa que ambas propuestas serán revisadas conjuntamente.
Próximos pasos
Después de la revisión por parte de la Comisión de Ciencia y Tecnología, el proyecto de ley debe ser revisado por otras tres comisiones: (1) Comunicación e Informática; (2) Finanzas y Fiscalidad; (3) Constitución, Justicia y Ciudadanía. Una vez aprobado por todas esas comisiones, el proyecto de ley debe ser aprobado por la Cámara de Representantes. Después de la Cámara de Representantes, el proyecto de ley también debe ser aprobado por el Senado brasileño, y una vez aprobado por el Senado, debe ser aprobado por el presidente Jair Bolsonaro. Puede ser enmendado o modificado durante cualquiera de estos pasos.
Con estas novedades, Brasil comienza a preparar al país para aprovechar un escenario post-COVID y sacar el máximo provecho de las grandes oportunidades que el sector digital podría proporcionar a las empresas tanto brasileñas como internacionales que operan en el país.
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